domingo, 21 de julio de 2013

  A fines de 2012, en el taller decidimos rastrear nuestros recuerdos y buscar en ellos alguna persona que fuera relevante en nuestras vidas. Intentamos así  recrear un paisaje y un tiempo diferente al contemporáneo, inmiscuirnos en los detalles de una época que no es la nuestra. Como resultado, Stella dedicó a sus abuelos el cuento El ahijado, en el que detalladamente, como nos tiene acostumbrados, dibuja un parto en el campo. Quela nos presentó a su tío Alejandro y, con él, objetos y miradas de su niñez. Mora nos presenta en el cuento Ilusiones de un pastero una divertida historia de un vendedor de pasto. Por último, Ghorma nos lleva a recorrer las calles juninenses y reencontrarnos, no sin cierta nostalgia, con Pancho Melatini.
  Que lo disfruten...